miércoles, 25 de febrero de 2009

Dieta del té rojo


Ayer martes pensaba ayunar, pero mejor me decidí a hacer la dieta del rojo.

Ayer MARTES (1er día de dieta):

8:15 am: 1 tostada de pan integral light (sin nada) --> 50 kcal y una taza de té rojo (0 kcal)
1:15 pm: ensalada de lechuga (34 kcal), 1/2 taza de pastas blancas (210 kcal), 1/2 durazno y una taza de té rojo (0 kcal)
5:30 pm: 1 taza de té rojo (0 kcal)
22:30 pm (muuuy tarde, pero es que a esa hora volvi a casa): Reineta a la plancha (100 kcal), ensalada de lechuga (34 kcal), 3 frutillas (13,5 kcal)y 1 taza de té rojo (0 kcal)
TOTAL: 465.5 KCAL
más una rutina de ejercicios de 1 hora.

Hoy MIERCOLES (2do día de dieta):

7:25 am:
1 tostada de pan integral light (sin nada) --> 50 kcal y una taza de té rojo (0 kcal)
15:45 pm (muuuuy tarde, pero es que a esa hora volvi a casa): Lechuga (34 kcal), tomate (80 kcal), arroz integral (150 kcal), reineta a la plancha (100 kcal) y 1 taza de té rojo (0 kcal)
18:00 pm: 1 taza de té rojo (0 kcal)
21:15 pm: Lechuga (40 kcal), 1 huevo a la copa (76 kcal), 5 galletas de soda (100 kcal), 1 taza de té rojo (0 kcal)
más rutina de ejercicios de 1 hora.

TOTAL: 630 KCAL (hoy me pasé de las 500... VACA!!!)

lunes, 23 de febrero de 2009

Mi avance

Hoy


Hoy me levanté temprano, tenía que hacer unos tramites.

Me acerqué a la farmacia mas cercana y vi una pesa.

Me subí.


PARA MI HORROR ESTOY EN 51 CERDOS Y ASQUEROSOS KILOS.


Asi que ahora voy por el té rojo.

Les dejo un beso y después les cuento.


C.

domingo, 22 de febrero de 2009

Uno mío.

TEATRO.

Había pasado mucho tiempo. Ella seguía agonizante, en una de las sucias camas del hospital.
Todos los días él pasaba unos minutos a acompañarla, a veces se quedaba tardes completas…para él, el tiempo no pasaba. Para ella…a ella le quedaba muy poco.
Los días en que la fiebre la cegaba, llamaba a su novio, reclamaba por verlo. Se arrancaba los cabellos y corría escaleras abajo. Cuando llegaba al primer piso del hospital y estaba apunto de escapar, unos hombres la atrapaban y la llevaban a la esquina donde le inyectaban su dosis diaria de calmante…
Dopada por las drogas se veía muy hermosa, a pesar de que la habitación era oscura, la luz entraba por una pequeña ventana que se situaba tan alto, imposible de alcanzar para ella.
Un día despertó muy inquieta y se sentó en la cama, sudaba. Ese día su novio no llegó, tampoco el siguiente, ni el que viene después. Así pasó un mes, y ella… ella rogaba por más tiempo. En sus momentos de lucidez le escribía cartas desesperadas, horrorosas, que espantaban a cualquiera, con plegarias llenas de esperanzas. Pero ella nunca recibió una carta de vuelta.
Se acercaba la hora de su muerte. Gritaba. En sus ojos se podía ver el terror que se apoderaba de su cuerpo.
Estaba frágil y delgada, su pelo ya llegaba a la cintura, aún así tenía espacios en que se asomaba la piel en su cabeza.
Delirante exigió un teléfono. Él demoró muy poco en contestar. Su voz se escuchaba trémula, como si supiese lo que pasaba. Antes de que ella lograra pronunciar palabra, él habló, a gritos: “¡¡Ya voy nena, ya voy!!”
Unos minutos mas tarde, apareció él. Se veía demacrado. Traía consigo un ramo de rosas blancas.
Ella lo miraba, pero los ojos ya no le respondían. Primero blancos, luego se tornaban negros y sus pupilas se dilataban.
“Estas guapísima…” dijo él, esbozando una sonrisa.
Comenzó con convulsiones, él se arrodilló a su lado y tomó su mano temblorosa. Las convulsiones eran cada vez más fuertes… “¡¡Una enfermera, que alguien llame a una enfermera!!”
Le era imposible calmarla, mantenerla quieta… Ella clamaba: “¿Por qué? ¿Por qué?”. Sus gritos resonaban y se volvían como mil voces que exigen una respuesta.
“No podía verte así querida, terminé por enfermar yo también… perdóname mi nena. Perdóname”
Llegaron las enfermeras, pero ya era tarde. Ya no convulsionaba, no clamaba… no respiraba.
Él estaba como loco. Le besaba el pelo y le palmoteaba las mejillas. “¡¡Te amo maldita estúpida!! ¡Despierta imbéci! Sé que eres capaz… Te amo”.
Cerró sus ojos. Con furia se arrancó el corazón y luego depositó la masa de carne sobre el pecho de la nena. Su cabeza cayó sin vida… pero su mano siguió aferrada a la de ella.
La sangre salpicaba los rostros desmayados, pálidos de ambos. Salpicaba las rosas tiradas en el suelo, las tenía de rojo. Salpicaba los delantales blancos de las enfermeras, mientras éstas corrían histéricas y salían de la habitación.
Parecía una escena sacada de una obra de Shakespeare…
¿Por qué tuviste que engañarme? Me traicionaste maldito, luego caí en el hospital. Enfermé de amor, hasta enloquecer. Es que ya nada era como antes, no podía sonreír ni comer. Me arrebataste la vida imbécil y luego pagaste con tu propia sangre.
“Aún así, yo también te amo” quise decir, pero ya estaba muerta y tu también.
Parecía una escena sacada de una obra de Shakespeare… pero sólo estábamos tú y yo para observarla. El precio de la entrada a ese teatro terminó por costarnos la vida.



C.

ASCO

Tengo asco. Muchisimo. No soporto mirar mis piernas gordas todos los dias, me siento mal, pesimo. Sólo quiero dormir. Estoy ENFERMANTEMENTE gorda... Todos me dicen que no haga "dieta" (ojalá fuera sólo una dieta), que me van a salir ojeras, que voy a perder mi color, etc...
Quiero volver a ser feliz, como cuando niña... aunque a los 8 tambien era Ana, y no me daba ni cuenta. ESE maldito jarabe para el apetito... Pobre mamá. Siempre me acuerdo lo histerica que se ponía cuando le vomitaba encima, y cuando pasaban días y días en que yo no comía NADA. Simplemente no abría mi boca... que fuerza de voluntad tenía. Y ahora EL HAMBRE LO DISFRAZO DE SONRISA.
Ojalá no tuviera hambre,
Ojalá pudiese encerrarme horas a vomitarlo todo.
Y sentirme bien, bonita. Porque muchos creen que soy bonita... Y me dicen: "que superficial" (cuando hago algún comentario sobre mi cuerpo). Pero NO soy feliz. NO me acepto y NO me quiero.
Quiero esos 45 kilos como sea.
ANA ESTOY DISPUESTA A TODO. A no comer, a fingir, a sonreír sin ganas, a vomitar y a MENTIR.
Me siento una egoista de mierda. Todo esto es una mierda... y sin embargo, asi vivo yo.
Mon aprendi a quererte en un segundo. NO me dejes sola.
Nach contigo soy capaz de reir con ganas (aunque tu no me quieras)
More noo te vayas, quedate.
Anamia, la de la silla de ruedas. Mi chilenita.
Estoy dispuesta a todo, incluso a beberme el TRESSEMÉ.
Me hacen reir. Y mucho.

Pero aun asi no pueden besuquearme ni apretarme ni peñiscarme la cara como me gustaría.

Ayer intenté contarle cosas a mi novio. Pero después tuve miedo. Y revertí todo, y ni si quiera lo notó. Aunque quizás un poco, porque despues de comer siempre me voy al baño. WACALA. ASCOOOOOOOO.

Les dejo un beso.
Y unas 500 calorías (que son el máximo cariño que podemos recibir)
500 o CERO.
MARTES: ayuno completo.
Preparate Consu. Es tu día.



C.

viernes, 20 de febrero de 2009

Mi Thinspo... Un figurín de Arturo Elena. Cómico, verdad? Es que a mí NO me parece...

Lo siento

Estoy nula. No puedo escribir. Aqui les dejo una cancion de Christina Rosenvinge. TENGO HAMBRE.

Christina Rosenvinge
Lo siento

Esta noche he visto tu cara en televisión
hay soldados que no encuentran nunca
el camino a casa
he cambiado el canal y te has ido
de mi habitación no puedo entender que demonios te pasa
Soy yo yéndome otra vez
soy yo lo hago sin querer
lo siento
La gente en la calle parece saber donde va
compran coches y hablan del tiempo
a mi no me importa que hacias para olvidar
detrás de la puerta del baño te siento,
Soy yo yéndome otra vez
soy yo lo hago sin querer
lo siento
Estoy tan cansada
como tú
pienso en no sentir
desaparecer
soy yo y no lo quiero ver
Soy yo yéndome otra vez
soy yo lo hago sin querer lo siento..